Entonces se dio la vuelta y lo pude ver allí sentado, acariciando un centollo doméstico en su regazo. No era el conserje de siempre, este medía menos de medio metro, tenía un par de tentáculos en vez de brazos y de cintura para abajo era un pollo asado con huesos por patas. Me miró con su cara de abuelillo simpático y me dijo que esta situación no podía seguir así.
Adolfo está muerto, y el motivo del fatal desenlace que supone el fallecimiento de un niño, sólo pudo esclarecerse tras el descubrimiento por parte de sus padres de una libreta escondida con sus diarios personales, más tarde recopilados en este libro. Estos manuscritos relatan con todo lujo de detalles los sorprendentes episodios en los que el chico estuvo inmerso durante su último año de vida; nos muestran la tormentosa relación que mantuvo con una serie de grotescos e irreales personajes, que son una clara muestra de su locura… o quizá la nuestra. Una historia inquietante y enternecedora a veces, bellamente ilustrada en un formato excepcional.
2 comentarios:
ESTE ES EL ABUELO DE MÉDICO DE FAMILIA DEL ULTRAMUNDO,
CHECHUUUUUUUUUUUUUUUUUUU!
y adolfo es chechu...
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